Esta época del año emociona a muchas personas, pero sobre todo a las infancias,
pues son quienes esperan con emoción recibir los regalos que vieron en la tele,
en internet o en la escuela.
¿Pero qué pasa cuando esos regalos siguen replicando estereotipos de género?
¿Por qué regalamos “bebés de juguete” a las niñas en vez de juegos de
estrategia? ¿Qué pasa con las muñecas en las góndolas que en lugar de proponer
ser programadoras, plantean roles relacionados con el cuidado?
Quisimos ampliar la conversación y nos contactamos con tres mujeres que nos
compartieron su mirada desde su campo de trabajo sobre cómo influyen los
estereotipos de género en las niñas y niños.
Para Cintia Gonzalez, CEO de Bridge The Gap, cuando hablamos de la
importancia de dejar de reproducir estereotipos en la infancia apuntamos a dejar
de naturalizar las tareas que “son” de cada género. Por ejemplo los juguetes que
refuerzan tareas de cuidado, donde cuidar a otros/as se transforma en una tarea
de niñas, y por ende de mujeres.
Y es que naturalizar estas actividades desde tan pequeñas demuestra un vínculo
directo con sus derechos reproductivos.
“No solo es importante marcar que se está señalando un rol específico sino que
este afecta directamente la capacidad de autonomía de una persona, el cuidado
por sí misma y el proyecto de vida. Para planificar la vida que se desea es
fundamental desnaturalizar estos roles y fomentar mensajes de autonomía”, nos
dijo.
La misma autonomía de intereses también se ve afectada por factores externos
pero muy presentes como la publicidad, que juega un rol fundamental en la
dinámica de crear cultura, pues decide qué poner ante la mirada de padres,
madres, niñas y niños.
Hablamos con Mica Gallino, directora creativa de Nike, sobre la responsabilidad
que esto representa.
“Hoy le exigimos a la publicidad que sea más diversa e inclusiva, porque tiene un
poder enorme de creación de mensajes simbólicos que se insertan en el espacio
público y privado de las personas.”
Esta idea es importante porque demuestra que la publicidad ha creado varios
ideales que se replican sin cuestionar y ha marcado conductas muchas veces
dañinas y determinantes para los intereses de las niñas.
“Durante décadas estos mensajes se han convertido en un marco de referencia
del deber ser, sentir y actuar, estableciendoideales aspiracionales físicos,
económicos y sentimentales, basados en estereotipos, que fomentan de manera
explícita o sutil la desigualdad de género”, nos comparte Mica.
“Es fundamental que como sociedad cuestionemos estas normativas basadas en
estereotipos sexistas y entendamos que no son reflejo de la realidad sino meras
construcciones socioculturales”, concluye.
Entonces, si intentamos dejar de lado las construcciones socioculturales y
aprovechamos los juguetes como herramientas para acercar nuevos intereses a
las niñas, ¿por qué no los usamos a favor de incentivar intereses como la ciencia o
la tecnología?
Conversamos con Ivana Feldfeber, co-fundadora de Datagénero, sobre si existe
alguna relación entre la brecha de género en carreras relacionadas con la ciencia,
la tecnología, la ingeniería y las matemáticas y las infancias.
“En la sociedad existe el prejuicio de que estas carreras son cosa de hombres. Nos
educan desde pequeñas para generar esta división. Todavía se cree que hay
carreras que son para varones y otras que son para mujeres, o algunas
profesiones que son más masculinas y otras que son más femeninas”, afirma.
“No existen estudios que prueben diferencias intrínsecas de género en las
capacidades tempranas de las infancias, lo cual demuestra que las niñas en la
escuela tienen igual o más probabilidades de alcanzar niveles de competencia en
matemáticas y ciencias que los niños”, finaliza
La diferencia está en los patrones socioculturales que alimentan sus intereses
desde pequeñas. Por eso, “es importante educar con igualdad de oportunidades
y sin estereotipos de género para criar personas libres con poder de decisión”,
asegura Ivana.