Desde Flores, una población en el norte de Guatemala y a través de redes sociales, Hescarleth enseña sobre educación sexual integral a cerca de 200 mil seguidores de toda América Latina. No han sido pocos los retos que ha sorteado; en febrero de 2021 su cuenta de Tik Tok, que para la fecha sumaba 1 millón de seguidores fue cerrada. También ha tenido que soportar la censura en redes, los ataques, los mensajes inapropiados y las críticas, además del estigma que implica hablar de un tema tabú como la sexualidad.
Sin embargo, esta trabajadora social y educadora en salud sexual y reproductiva que ahora lidera proyectos en la Asociación TAN UX’IL, organización que trabaja con adolescentes y jóvenes para formar líderes juveniles que brinden consejería a sus pares para reducir embarazos en niñas y adolescentes, prevenir la violencia sexual, cambiar estereotipos y promover proyectos de vida saludables para la adolescencia y la juventud, cree en el poder de la información para cambiar el mundo.
¿Hescarleth, en qué momento decidiste que querías trabajar en la búsqueda de soluciones a los retos en salud sexual y reproductiva en tu comunidad?
Tenía 16 años cuando estuve a punto de tener un embarazo no deseado porque no entendía nada de lo que me estaba pasando en ese momento. Andaba con un novio que me encantaba, pero él estaba empezando a tener comportamientos sexuales que yo aún no entendía.
Conocí a TAN UX’IL en uno de los campamentos juveniles que hacen para que a través de metodologías lúdicas y vivenciales podamos crear proyectos de vida saludables. Allí me di cuenta de que estaba en una relación de violencia y que estaba a punto de un embarazo adolescente. Me encantó su trabajo. Tengo familiares que quedaron embarazadas a los 13 o 14 años y entendí las dificultades a las que me estaba enfrentando por la falta de información y por los contextos rurales en los que vivimos. Me tocó directamente toda esta situación.
¿Cómo fue que empezaste a involucrarte con la educación en sexualidad?
Gracias a este campamento descubrí que existía información en sexualidad y que yo también podía dársela a mis compañeros y compañeras de escuela. Fue increíble. Yo les llevaba condones “de contrabando” a la escuela y me agradecían porque los había salvado de ser papás a tan corta edad. Pero para mí no era nada, es decir, era compartir algo de información y regalar un condón. Yo no sentía que fuera algo grande.
Y luego te vinculaste con TAN UX’IL…
Sí. Tenía 20 años cuando me vinculé con la organización y tuve un golpe de realidad muy fuerte. En el hospital más grande de mi departamento tuve que ver casos de niñas y adolescentes embarazadas y acompañar a víctimas de violencia sexual. No olvido a una niña de 10 años abusada sexualmente por su maestro y era impresionante tener que verla embarazada. Le explicaba a cada médico y médica que no debían revictimizarla y preguntarle por qué “se había embarazado”, pues había sido víctima de abuso. Me enojaba con el personal de salud porque no estaba sensibilizado.
Todas estas cosas me ayudaron a tener esta pasión por querer brindar información, sin importar quién sea, si son mis amigos o no.
¿Cómo te enfrentaste a la pandemia desde tu trabajo?
Me frustré bastante porque mi trabajo era en el campo, ir a las comunidades, capacitar a los y las jóvenes, llevar la información hasta lugares a donde no llega la institucionalidad en Guatemala, y cuando empezó la pandemia no podíamos salir. Me dio ansiedad porque me gusta caminar mucho y recorrer la zona de Petén, en donde vivo, entonces empecé a crear contenido.
En agosto de 2020 llegué a formar parte de Creadoras Camp, un taller virtual apoyado por la Iniciativa IDEA y Planned Parenthood Global, dirigido a jóvenes creadoras de contenido digital de América Latina, en donde recibí talleres de una red de mentoras expertas y pioneras en esta área. Gracias a estos talleres canalicé mis dudas y elegí a TikTok como la mejor plataforma para este contenido. Me siento muy contenta, incluso ni siquiera lo veo como un trabajo porque es información que ya sé y la comparto porque sé que las vidas de mis seguidores y seguidoras pueden cambiar por tomar una decisión informada.
Me sorprende que en algunas redes sociales sí puedes hablar de educación sexual integral pero desde el morbo, desde palabras que no son científicas y a mí me cuesta porque estoy acostumbrada a hablar con un lenguaje laico y verídico. A veces en vez de ‘vulva’ debo decir ‘panocha’ y me cae mal, pero sé que así no me van a bloquear los contenidos. Con el paso de los meses me convertí en esa tía, mamá, hermana o amiga a quien las personas le pueden contar sus vivencias sexuales sin temor a ser juzgadas.
¿Qué es lo más retador de crear contenido sobre sexualidad en redes sociales?
La censura que existe en redes y medios de comunicación y que al ser mujer me vean como alguien a quien le pueden decir cualquier cosa, que me pueden atacar, que se puedan referir a mi cuerpo. Eso me asusta. Pero me asusta más que las propias plataformas de redes no puedan diferenciar la información científica, que todo tenga que ser filtrado por robots y que no haya personas reales dándose cuenta de que probablemente están censurando información veraz. Al permitir que continúe la censura en las redes estamos promoviendo que las personas sigan teniendo prácticas sexuales sin protección, desde la violencia y el miedo.
Y a pesar de eso has logrado crear una comunidad gigante en redes...
Lo de TikTok fue una sorpresa, no lo esperaba. Creemos que los contextos son distintos, pero la realidad es que las mismas preguntas que me hacen en mi comunidad, que es lejana, donde no hay información, donde los chicos y chicas trabajan en el campo y están en un contexto violento son las mismas dudas de un chavo en Lima, Perú, o en la Ciudad de México. No importa donde vivan, el estigma y los tabúes para hablar de sexualidad siguen siendo los mismos a lo largo de América Latina. Necesitamos derribar esto.
Participaste en el Foro IDEA 2021, ¿qué ha sido lo que más has disfrutado de estar vinculada con la Iniciativa IDEA?
Me gusta todo lo que están haciendo, me encanta aprender sobre cómo la tecnología nos puede acercar a otras personas, cómo conectar y tomar referencias de otros países. Durante el Foro IDEA 2021 me pareció increíble conocer los proyectos de Suramérica, porque siento que tienen más valentía para hablar de todos los temas y posicionarlos. Me encantaría replicar varias iniciativas pero el contexto centroamericano es muy represivo en cuanto a derechos sexuales y reproductivos.
El Foro IDEA me motivó a ver que sí se pueden hacer cosas. Me encantó el trabajo de La Incre, me encantó también el trabajo que presentó Apropo de consejería en línea que también estamos implementando en Guatemala desde TAN UX’IL, Toma Nota, para ofrecer consejería a adolescentes y jóvenes. Como ahora tengo muchos seguidores y no me queda tiempo de ayudarles a resolver sus dudas, este proyecto vino como anillo al dedo, pues ahora los remito a Toma Nota y hay montones de chavos y chavas consultando todos los días. Aunque inicialmente estaba pensado a nivel centroamericano, ha llegado a otros países de Latinoamérica, incluso tenemos chats de República Dominicana, Miami, Perú, Bolivia y Argentina.
El Foro IDEA es vital para pensar en otras alternativas creativas que nos ayuden a acercar los servicios de salud sexual y reproductiva a las personas.
¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?
Imagino un mundo libre, donde podamos expresarnos, ser quienes queramos ser, libres de violencia, de censura, con mucho amor. Por esto me encanta trabajar con jóvenes y adolescentes porque quiero pensar que así como yo tuve la oportunidad de cambiar el rumbo de mi vida con un poco de información, así pueden hacerlo ellos y ellas también. Poder disfrutar, vivir, estar conscientes de que la sexualidad es maravillosa e importante y que necesitamos información para que esta sexualidad siga siendo positiva, responsable y que podamos generar nuestros proyectos de vida, cumplirlos y que un embarazo no vaya a estancarnos o vayamos a adquirir una infección de transmisión sexual que vaya a marcar nuestras vidas.
Mi mundo cambió, el de muchas personas relacionadas con la organización ha cambiado, y ahora ellos y ellas siguen apoyando a sus amigas y amigos en sus comunidades. Siento que poco a poco hemos ido construyendo, desde Guatemala, un mundo más equitativo y libre.